La Prevención de riesgos laborales desde mi trinchera y con mi punto de vista limitado y muy particular.
Causa y efecto.
Causa y efecto. No hay accidentes: solo existe causalidad. Las lesiones y las enfermedades que padecen los trabajadores y sufren conjuntamente sus familias no son fruto de la casualidad; no es castigo divino ni falta de fortuna: es el hecho resultante de la falta de prevención, de la mala organización de la empresa, de errores en las decisiones tomadas en las que nunca intervienen los trabajadores. El responsable de la tragedia humana que suponen los daños, las minusvalías, las enfermedades o la muerte del trabajador sobrevenida por causa del trabajo es responsabilidad de quien dice qué y cómo se van hacer las cosas. Este suele ser el mismo que antepone las plusvalías y los beneficios a la salud de los trabajadores.
domingo, 23 de octubre de 2011
domingo, 25 de septiembre de 2011
Lo que el Gobierno dijo para que se entendiera la crisis del 77
No es ni parecido a lo que nos han contado los políticos, economistas, banqueros, etc., del siglo XXI, que tenemos por castigo.
lunes, 25 de julio de 2011
Objetivo Cero accidentes
Ante esto nuestro compañero Ángel decía: “adaptan las estadísticas a sus ambiciones y nos quieren convencer de que, ajustando un polinomio de regresión de cuarto orden por mínimos cuadrados, considerando la hipótesis multiplicativa del método clásico de análisis de series cronológicas, la evolución de la siniestralidad laboral en los últimos años es satisfactoria”. Consideran la enfermedad, la muerte y los accidentes en el trabajo como un conjunto de datos, de índices y de frecuencias, matemáticas nada más.
Tras esto nos encontramos que suele darse poca participación real y sí mucho miedo, cada día más, para que tras los muros de la empresa ocurra lo que ocurra nada salga al exterior. Que se den malas prácticas ante el accidente de trabajo y no salgan a la luz los descansos preventivos,con esto no se inicia la acción protectora de la Seguridad Social y es una infracción al no realizar la notificación del accidente de trabajo, sirvepara maquillar los informes de accidentes. Que no se acuerden de la corresponsabilidad que tienen con sus contratas y subcontratas. Que olviden que los accidentes de estas contratas son también su responsabilidad y aunque nunca figuren en ninguna de sus estadísticas. A esto se le llama subcontratar el riesgo y sirve para que los accidentes ocurran en las empresas concurrentes y no en la titular. Que se presione a los trabajadores para que vuelvan al trabajo, a pesar de que en su mano todavía esté tierna la herida. Esto puede ser acoso o algo peor y sirve para que la duración media de los accidentes de trabajo se reduzca ostensiblemente. No sale de los muros de la empresa cómo se intenta borrar la memoria de los trabajadores, pero ya deberían saber que cuando uno se accidenta no olvida, ni el qué, ni el cuándo, ni el cómo, aunque se lo repitan muchas veces.
Luego, en una reunión anual a la que nadie del entorno de estas empresasse puede negar, presentan el mundo multicolor en el que nadie de los suyos se lesiona, enferma o muere. Y es cierto, los suyos son los de la empresa titular y/o principal exclusivamente.Los otros accidentes ocurridos en el centro de trabajo no los valorarán. Una vez terminado el ágape, las responsabilidades y carencias en el sistema deprevención de riesgos laborales se las podría venir a mostrar algún inspector de trabajo con calma y didáctica apropiada.
Por otro lado, las personas que atienden los asuntos municipales,deberían prestar más atención con quién realizan acuerdos, aunque sean donaciones.En nuestra opinión, deberían realizar acuerdos con empresas que creen un vínculo saludable y estrecho con la sociedad que les rodea y no se debería poder ligar el nombre del alcalde o del pueblo al de una empresa inmersa en casos de tráfico ilegal de mano de obra, por ejemplo. El Ayuntamiento debe realizar todos sus actos desde la legalidad más exquisita así que mezclarse con empresas que muestran sus excelencias (como ser las más comprometidas contra el cambio climático)pero a la vez están inmersas en infracciones graves es algo que deberían evitarse.Y ¿qué decir de los casos de despidos ilegales que puedan conocer perfectamente, pero ante los que se prefiera cerrar los ojos y asistir complacidos a los boatos preparados por estas empresas?¿O que el pueblo pueda estar afectado por las consecuencias de la utilización de combustibles y materias primas alternativas, de dudoso beneficio para la salud de los vecinos?Relacionarse con empresas con una responsabilidad social corporativa cuyo compromiso no sea real o no contemple el cumplimiento efectivo de las leyes y normas,lespuede poner enfrente de las personas a las que debenrepresentar y de espaldas a los problemas que se causen a nuestros conciudadanos.
Sabemos que aunque nos enseñen su pata blanca de multinacionales contaminadoras con imagen corporativa de responsabilidad, sus actividades no garantizan un impacto cero en humanos, ni siquiera visto desde muy lejos.
Por favor, mientras no exista participación de los trabajadores -participación autentica-, mientras las contratas y subcontratas tengan accidentes, la empresa titular y principal serán corresponsables aunque no los cuenten como propios. Mientras de las chimeneas salga algo peligroso para los humanos, mientras algún horno pueda consumir harinas animales, cromo hexavalente en las cenizas, lodos y alguna cosa más, moderen la intensidad de sus boatos, callen, trabajen y dedíquense a cumplir mejor con el deber de vigilancia con las contratas y subcontratas. Eviten los riesgos, evalúen los que no puedan evitar, combatan los riesgos en origen y adapten el trabajo a cada persona, sea de su plantilla o de contrata.
martes, 31 de mayo de 2011
Ergonomía informática
Lo que cuesta el Mundial 2022 de futbol a los trabajadores
sábado, 23 de abril de 2011
miércoles, 6 de abril de 2011
Hacer realidad el trabajo decente
El próximo 28 de abril se celebrará el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Esta iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) nos ofrece la posibilidad de analizar –entre otras cuestiones-cómo podemos hacer realidad la mejora de las condiciones laborales y convertir el lugar de trabajo en un sitio seguro y saludable. Pero es también un día que el movimiento sindical mundial asocia al recuerdo de las víctimas de accidentes y enfermedades profesionales.
Este año recordaremos a los nuevos “trabajadores samuráis”, los liquidadores de Fukushima, los 50 ingenieros que tienen por delante el trabajo de refrigerar los reactores de esta central nuclear afectada por el seísmo. Lo sucedido allí es un buen ejemplo para ver la magnitud del problema de los accidentes laborales y enfermedades profesionales y en cómo la promoción y la creación de una cultura de seguridad y salud pueden contribuir a reducir cada año el número de fallecimientos relacionados con el trabajo.
Las cincuenta personas que quedan dentro de la central (de un total de ochocientas personas que inicialmente estaban en la planta), están desarrollando un trabajo que físicamente es extremadamente duro. Mentalmente también: después haber pasado el Tsunami que arrasó sus pueblos y vidas, siguen trabajando encadenados a Fukushima y a la realidad de morir, si es necesario, a largo plazo.
Valoremos los riesgos del suceso; En principio se procede a la identificación del riesgo que fijamos en una situación de colapso de toda la planta de Fukushima, con la posible ruptura de las vasijas y emisión de gases y agentes contaminantes al exterior. La posible gravedad del evento (severidad) es que trabajadores y ciudadanos mueran a corto, medio y largo plazo. Es evidente que Fukushima no es Chernóbil, pero en este caso pueden ser seis unidades las que sean afectadas, mientras que en Chernóbil fue una. La probabilidad de ocurrencia de tal suceso de momento está en veinticinco años. Desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales, el riesgo que puede llegar a desencadenar una central nuclear por diferentes causas es intolerable, dado que produce directamente o de una manera diferida la muerte. El accidente de Fukushima no es un "caso especial", sino la ocurrencia de una situación potencial de un riesgo del sistema de la tecnología nuclear, la seguridad de una central nuclear es un equilibrio entre ciertas suposiciones y la probabilidad de eventos adversos.
Ocurrido el suceso, en el otro extremo tenemos la actividad de la protección. Según la prensa, tras el desastre los trabajadores y trabajadoras disponían de un solo medidor de radioactividad por grupo de personas, no uno por cada uno, por lo que cuando se apartaban del grupo ya no sabían a qué radiación estaban expuestos. Disponen de una protección deficiente que les protege de las partículas beta, pero no así de las gamma. Para estas partículas sería necesaria una barrera de plomo y con una prenda de este metal ninguna persona podría trabajar al ser demasiado pesada. Los tres últimos trabajadores que se contaminaron con radiación no fueron advertidos por la empresa del peligro de radiactividad en el tercer reactor, aunque la compañía que gestiona la central admitió que conocía los altos niveles de radiación en el reactor más tarde.
Después queda la compensación económica y la rehabilitación con el tratamiento paliativo a las personas expuestas a niveles peligrosos de radiación, que podrían necesitar antibióticos u otros fármacos, así como sangre y plaquetas sanguíneas. El tratamiento es similar al de la leucemia.
Y todo esto sucede en Japón, que es probablemente el país más preparado del mundo para afrontar terremotos y tsunamis, con el nivel más alto de civismo que se pueda ver. Uno de los países más avanzados y más vigilantes de la seguridad y del que Günther Oettinger, comisario de Energía de la Comisión Europea, dijo que este accidente puede calificarse de "apocalipsis" y aseguró que "casi todo está fuera de control".
La historia se repite: el derecho a la protección eficaz en materia de seguridad y salud laborales de nuevo por los suelos. Al comparar a los “liquidadores” de Chernóbil y Fukushima podemos apreciar que comparten situaciones comunes como que están desarrollando un trabajo suicida, que han sido usados de manera inhumana, que no fueron informados de los riesgos a los que estarían expuestos y por ello no pueden defenderse, el nivel de seguridad ha sido inadecuado y la protección insuficiente. En conclusión no sólo les quitan su derecho al trabajo decente, sino también sus vidas.
A la pregunta ¿Es asumible el riesgo derivado de la energía nuclear?; aquí convendríamos que no será la misma respuesta para la Tokyo Electric Power, propietaria de la planta, que para la madre del trabajador, que morirá en unas semanas debido a la radiación. Así que la pregunta que nos hacemos es: ¿cuántos trabajadores necesitan morir cada año para cerrar las nucleares?
Lo que debemos hacer por nosotros mismos, por los trabajadores de Fukushima y por un trabajo decente es defender nuestro derecho a una vida sana y productiva. Es vital el compromiso de oponerse a las presiones que se ejercen para favorecer productos, medios y condiciones malsanos. Debemos dar prevalencia a la vida y la salud frente al valor del lucro que intereses económicos y comerciales esperan a expensas de mantener la vigencia del uso de la energía nuclear.
lunes, 4 de abril de 2011
Fukushima no es Chernobil, es mucho peor.
Vamos a explicar de forma muy resumida lo que implica para la salud de las personas la exposición a una dosis de radiación determinada.
Cuando la radiación que se recibe se pone en relación a las personas, la unidad de medida se llama Sievert.
El Sievert viene a ser como usar un kilómetro para medir el tamaño de un piso, por ello se utiliza el milisievert que es la milésima parte de un Sievert y viene a ser como un metro, con lo que se pueden medir las habitaciones perfectamente. Aún así el milisievert es demasiado grande para medir con detalle el tamaño de, por ejemplo, un interruptor en la pared y se utiliza el microsievert, que viene a ser como un milímetro y equivale a la millonésima parte de un Sievert.Es crucial para entender, saber que:
La Radiación ES SIEMPRE ACUMULATIVA.La Radiación SIEMPRE HA DE DARSE EN RELACIÓN AL TIEMPO.¿Qué significa acumulativo?
Veámoslo:Dosis para un trabajador profesionalmente expuesto: 100 milisievert en 5 años.
Dosis para un trabajador profesionalmente expuesto: 50 milisievert año. (Tope máximo)
¿Qué significa esto?Recordemos que la radiación es acumulativa, un trabajador puede recibir 50 milisievert en un año como MÁXIMO.Si recibe estos 50 milisievert en un año, en los siguientes 4 años SOLO puede recibir 50 milisievert más. Si en elsegundo año recibiese de nuevo 50 milisievert, en los siguientes 3 años no podría trabajar expuesto a radiación.¿Que significa en relación al tiempo?Veámoslo:
Si un trabajador se expone a una fuente de radiación de un milisievert por hora, en 50 horas recibe la radiación permisible para todo el año. A partir de ese momento no podría ya exponerse durante un año (menos esas 50 horas) a cualquier fuente de radiación.Si un trabajador se expone a una fuente de un milisievert por día, al de 50 días ha recibido la dosis máxima permitida para todo un año. Se ve claramente que cuando se habla de Sievert, milisievert o microsievert, hay que especificar siempre: por HORA, por DÍA, por AÑO.
Fuente: Asociación Chernobil Elkartea
domingo, 16 de enero de 2011
Noam Chomsky y las 10 Estrategias de Manipulación Mediática
1. La estrategia de la distracción
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones
3. La estrategia de la gradualidad
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
9. Reforzar la autoculpabilidad
domingo, 2 de enero de 2011
¡ Que nos nos pase nada en 2011 !
- ¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme? He quedado a las 2:00 con un amigo, llevo media hora de retraso y ¡no sé dónde me encuentro!*
- Claro que sí -le contesta- se encuentra usted en un coche, a unos 7 Km. del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte y 58 y 60 de longitud oeste.
- Es usted ingeniero, ¿verdad? -dice el del coche
- Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado?
- Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es "técnicamente correcto", pero "prácticamente inútil": continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información.
- Usted es político, ¿verdad? -pregunta el de la calle.
- En efecto -responde orgulloso el del coche- ¿cómo lo ha sabido?
- Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de preguntarme, pero ahora, por alguna extraña razón parece que la culpa es mía...
Que al año os sea lo mas felíz y prospero que podais.