Causa y efecto.

Causa y efecto. No hay accidentes: solo existe causalidad. Las lesiones y las enfermedades que padecen los trabajadores y sufren conjuntamente sus familias no son fruto de la casualidad; no es castigo divino ni falta de fortuna: es el hecho resultante de la falta de prevención, de la mala organización de la empresa, de errores en las decisiones tomadas en las que nunca intervienen los trabajadores. El responsable de la tragedia humana que suponen los daños, las minusvalías, las enfermedades o la muerte del trabajador sobrevenida por causa del trabajo es responsabilidad de quien dice qué y cómo se van hacer las cosas. Este suele ser el mismo que antepone las plusvalías y los beneficios a la salud de los trabajadores.

lunes, 25 de julio de 2011

Objetivo Cero accidentes

Es de alabar el empeño que ponen algunas empresas multinacionales con eslóganes como “Sólo puede existir un objetivo cuando se trata de la Salud y la Seguridad: cero accidentes”. No sólo se empecinan en este fin sino que realizan informes mostrando cómo, con la ayuda de expertos, la cultura de seguridad convierte los accidentes en algo del pasado. Estamos en el mejor de los mundos posible nos dicen, la prevención en multicolor.

Ante esto nuestro compañero Ángel decía: “adaptan las estadísticas a sus ambiciones y nos quieren convencer de que, ajustando un polinomio de regresión de cuarto orden por mínimos cuadrados, considerando la hipótesis multiplicativa del método clásico de análisis de series cronológicas, la evolución de la siniestralidad laboral en los últimos años es satisfactoria”. Consideran la enfermedad, la muerte y los accidentes en el trabajo como un conjunto de datos, de índices y de frecuencias, matemáticas nada más.

Tras esto nos encontramos que suele darse poca participación real y sí mucho miedo, cada día más, para que tras los muros de la empresa ocurra lo que ocurra nada salga al exterior. Que se den malas prácticas ante el accidente de trabajo y no salgan a la luz los descansos preventivos,con esto no se inicia la acción protectora de la Seguridad Social y es una infracción al no realizar la notificación del accidente de trabajo, sirvepara maquillar los informes de accidentes. Que no se acuerden de la corresponsabilidad que tienen con sus contratas y subcontratas. Que olviden que los accidentes de estas contratas son también su responsabilidad y aunque nunca figuren en ninguna de sus estadísticas. A esto se le llama subcontratar el riesgo y sirve para que los accidentes ocurran en las empresas concurrentes y no en la titular. Que se presione a los trabajadores para que vuelvan al trabajo, a pesar de que en su mano todavía esté tierna la herida. Esto puede ser acoso o algo peor y sirve para que la duración media de los accidentes de trabajo se reduzca ostensiblemente. No sale de los muros de la empresa cómo se intenta borrar la memoria de los trabajadores, pero ya deberían saber que cuando uno se accidenta no olvida, ni el qué, ni el cuándo, ni el cómo, aunque se lo repitan muchas veces.

Luego, en una reunión anual a la que nadie del entorno de estas empresasse puede negar, presentan el mundo multicolor en el que nadie de los suyos se lesiona, enferma o muere. Y es cierto, los suyos son los de la empresa titular y/o principal exclusivamente.Los otros accidentes ocurridos en el centro de trabajo no los valorarán. Una vez terminado el ágape, las responsabilidades y carencias en el sistema deprevención de riesgos laborales se las podría venir a mostrar algún inspector de trabajo con calma y didáctica apropiada.

Por otro lado, las personas que atienden los asuntos municipales,deberían prestar más atención con quién realizan acuerdos, aunque sean donaciones.En nuestra opinión, deberían realizar acuerdos con empresas que creen un vínculo saludable y estrecho con la sociedad que les rodea y no se debería poder ligar el nombre del alcalde o del pueblo al de una empresa inmersa en casos de tráfico ilegal de mano de obra, por ejemplo. El Ayuntamiento debe realizar todos sus actos desde la legalidad más exquisita así que mezclarse con empresas que muestran sus excelencias (como ser las más comprometidas contra el cambio climático)pero a la vez están inmersas en infracciones graves es algo que deberían evitarse.Y ¿qué decir de los casos de despidos ilegales que puedan conocer perfectamente, pero ante los que se prefiera cerrar los ojos y asistir complacidos a los boatos preparados por estas empresas?¿O que el pueblo pueda estar afectado por las consecuencias de la utilización de combustibles y materias primas alternativas, de dudoso beneficio para la salud de los vecinos?Relacionarse con empresas con una responsabilidad social corporativa cuyo compromiso no sea real o no contemple el cumplimiento efectivo de las leyes y normas,lespuede poner enfrente de las personas a las que debenrepresentar y de espaldas a los problemas que se causen a nuestros conciudadanos.

Sabemos que aunque nos enseñen su pata blanca de multinacionales contaminadoras con imagen corporativa de responsabilidad, sus actividades no garantizan un impacto cero en humanos, ni siquiera visto desde muy lejos.

Por favor, mientras no exista participación de los trabajadores -participación autentica-, mientras las contratas y subcontratas tengan accidentes, la empresa titular y principal serán corresponsables aunque no los cuenten como propios. Mientras de las chimeneas salga algo peligroso para los humanos, mientras algún horno pueda consumir harinas animales, cromo hexavalente en las cenizas, lodos y alguna cosa más, moderen la intensidad de sus boatos, callen, trabajen y dedíquense a cumplir mejor con el deber de vigilancia con las contratas y subcontratas. Eviten los riesgos, evalúen los que no puedan evitar, combatan los riesgos en origen y adapten el trabajo a cada persona, sea de su plantilla o de contrata.